Poner al ser humano en el corazón de las políticas públicas y la globalización
¡El mundo es una aldea! Esta declaración introducida en el debate público por el sociólogo canadiense Herbert Marshall McLuhan en los años sesenta ya hacía referencia a los medios modernos de comunicación...
que permiten la difusión de información a mayor velocidad y que las personas conozcan lo que pasa en cualquier punto del planeta a través de la televisión y la radio. Ahora vemos que esta visión estaba todavía muy lejos de la realidad, en la que los medios de comunicación han cambiado nuestra vida y nuestro conocimiento del mundo.
Los medios de comunicación, la facilidad con la que nos desplazamos de un continente a otro, la interpenetración de nuestras economías a través del comercio es una oportunidad para el desarrollo humano, pero también puede ser contemplado como una amenaza si no nos entendemos ni nos conocemos.
La globalización no comenzó con Internet y el teléfono, es consustancial a la historia de la humanidad desde sus orígenes. Desde el día en que nuestros antepasados dejaron el Cuerno de África para explorar el vasto mundo y encontrar lugares adecuados para su desarrollo.
La humanidad siempre se ha enriquecido gracias a los intercambios y a un aprendizaje recíproco, a menudo en el dolor de la guerra pero también en tiempos de paz y con el deseo de hacer progresar la ciencia.
Los chinos han inventado la porcelana, por ejemplo, y los europeos la convirtieron en una industria floreciente. ¿Cómo sería el mundo si los italianos, españoles y portugueses no hubieran financiado sus exploraciones? ¿Dónde estaríamos sin el intercambio de conocimientos y escritos?
Internet no ha creado la globalización, ha aportado la velocidad en el intercambio de información, a menudo en detrimento del análisis, pero en beneficio de una cierta democratización de la información que es ahora accesible a un mayor número de personas.
Los gobiernos locales y regionales, al estar más cerca de los ciudadanos por sus acciones y por su representación democrática, no pueden permanecer indiferentes a la necesidad de construir unas relaciones de intercambio y cooperación. Los siglos XIX y XX fueron los siglos de las naciones, pero si nos remontamos a épocas anteriores, fueron las ciudades, a menudo las ciudades-estados las que apoyaban los intercambios comerciales, culturales y científicos. Como, por ejemplo, las repúblicas italianas en el sur o la Liga Hanseática en el norte. Más recientemente, son los municipios europeos, reunidos en el Consejo de Municipios y Regiones de Europa quienes han creado, a través de los hermanamientos, los lazos humanos necesarios para la reconciliación, etapa indispensable para la construcción europea.
¡El mundo es una aldea! - Herbert Marshall Mc Luha
La cooperación descentralizada nace de la idea de que los intereses de las Naciones afectadas por consideraciones geoestratégicas específicas, a veces eran contrarios a los intereses de los ciudadanos representados por sus gobiernos locales y regionales. Es importante y significativo recordar que las ciudades han creado una Unión Internacional mucho antes de que los Estados tuvieran esa idea. Edouard Herriot, alcalde de Lyon durante muchos años y estadista francés, co-fundador de IULA y CMRE , dijo "Todo lo que separa a los estados une a las ciudades."¡ Éste es el sentido que queremos dar a los encuentros entre municipios y regiones de todo el mundo! Los desafíos planteados por la urbanización hoy en día son cruciales y determinarán el futuro de la humanidad. Cuando el 70-80% de la población mundial está a punto de vivir en los centros urbanos, la cuestión de la organización democrática se une a cuestiones relacionadas con los servicios públicos esenciales: el acceso al agua potable, recogida de basuras, la movilidad.... pero también las escuelas, la salud, la cultura, el acceso a la ciudadanía, la igualdad entre mujeres y hombres, la participación de los jóvenes en la vida democrática. En todos estos temas y muchos otros, el trabajo de los gobiernos locales y regionales es esencial.
Poner al ser humano en el centro de la acción pública es consustancial con la idea de la cooperación entre las ciudades y regiones del mundo; lejos de las apuestas diplomáticas de los estados, esta "diplomacia suave" permite a los ciudadanos compartir sus conocimientos y aprender los unos de los otros para encontrar respuestas a los problemas específicos que puedan encontrar.
Más allá de este aprendizaje mutuo, se trata también de permitir el intercambio y la comprensión, sin unificar sino para construir un mundo más solidario y comprensivo. Un mundo donde los hombres y las mujeres puedan conocerse mejor para poder rechazar los conflictos y las guerras. Por desgracia, la globalización no ha puesto fin, ni mucho menos, a las guerras y conflictos, pero el ejemplo de la integración europea muestra que no son inevitables. La amistad entre los pueblos se puede construir sobre las cenizas humeantes de los conflictos del pasado, y a esto puede ayudar la cooperación descentralizada. Aprender a convivir y apreciar más allá de las diferencias es el desafío de la globalización con rostro humano que lleva la cooperación entre ciudades y regiones del mundo.
Frente a este desafío extraordinario, el apoyo de expertos como Sandra Ceciarini es esencial. Con su experiencia y conocimiento de las redes y programas de apoyo a la cooperación descentralizada, sé lo que puede aportar a los proyectos que le confíen. Ciudadana comprometida y experta en políticas públicas europeas, que le ayudará en el éxito de sus proyectos. Por tanto, pueden confiar en sus servicios. Le deseo buena suerte a Sandra y larga vida a su estructura.
Frédéric VALLIER,
Secretario General del Consejo de Municipios y Regiones de Europa
Agosto 2014
(1) Unión Internacional de Autoridades Locales (creada en 1913 en Gante, Bélgica)
(2) Consejo de Municipios y Regiones de Europa (creado en 1951 en Ginebra, Suiza)