La Europa de mañana
He trabajado en este asunto estos últimos meses.
La Comisión Europea ha publicado en marzo un Libro Blanco sobre el "Futuro de Europa". El lanzamiento del Libro Blanco coincidió con la celebración, el 25 de marzo, del 60 aniversario del Tratado de la CE, firmado en Roma en 1957 por los seis países fundadores.
Para el Presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, el Libro Blanco "es la contribución a un nuevo capítulo del proyecto europeo" y la manera de "iniciar un proceso a través del cual Europa va a determinar su propio camino”. En este contexto Juncker pidió "un amplio debate en todo el continente en los próximos meses, en el que participarán el Parlamento Europeo, los parlamentos nacionales, las autoridades locales y regionales y la sociedad civil en general...”
En vista de la preparación de nuestro futuro común, y en respuesta al Brexit y la onda expansiva que ha provocado, el CMRE ya había establecido en 2016, un grupo de reflexión sobre Europa 2030, con la participación de representantes de todas sus asociaciones nacionales. Al mismo tiempo se lanzó una encuesta en Europa: ¿qué Europa quieren los electos locales y regionales, que son los actores políticos más próximos a los ciudadanos? ¿Cuáles son las políticas prioritarias? Llevé a cabo esta encuesta y colaboré con el CMRE para la preparación de una publicación que se lanzará en Bruselas en octubre (para más información contactar con el CMRE www.ccre.org).
A la espera de esta cita en otoño, no querría desvelar más detalles de las contribuciones y la visión de los propios actores, cuyas posiciones podrán ser conocidas en la Conferencia de Bruselas o por medio de la publicación.
¡Sólo voy a decir aquí que las entrevistas y las contribuciones de unos 40 alcaldes y representantes locales y regionales de toda Europa han sido de particular interés para la persona apasionada de Europa que soy, y que este ejercicio me ha llevado a ver las cosas con más optimismo! ¡Estas entrevistas me confirmaron una conciencia colectiva de la necesidad de permanecer unidos, solidarios y actuar juntos!
Esta voluntad se manifiesta en todas partes, de norte a sur de Europa, de este a oeste, en los países candidatos, o que sueñan con serlo, ya que el proyecto europeo es único en el mundo. Es un espejo para el mundo, para los que no son parte de este proyecto; ¡no nos damos cuenta! ¿Cómo comprender y tolerar entonces, el discurso de los detractores Europa que señalan a "Bruselas" como el origen de todos los males?
En un contexto de cuestionamiento de la Unión Europea, donde la crisis económica e identitaria de nuestras sociedades facilita el populismo y el retorno de los egoísmos nacionales,
el Libro Blanco de la Comisión Europea, recomienda 5 escenarios para el futuro de Europa.
El primer escenario – apuntarse a la continuidad- establece que la UE de los 27 se ha comprometido a poner en práctica y mejorar su actual programa de reformas, siguiendo por lo tanto su programa de acción común.
El segundo escenario - nada más que el Mercado único - reconoce que la UE de los 27 no llega a ponerse de acuerdo para hacer más en muchas áreas, por lo tanto, propone centrarse cada vez más en la profundización de algunos aspectos esenciales del mercado único. Porque parece que no hay una voluntad en algunos países de trabajar juntos en áreas tales como la migración, la seguridad o la defensa.
El tercer escenario - aquellos que quieren más hacen más - sugiere que la Unión Europea permita a los Estados miembros que lo deseen, avanzar juntos en áreas específicas. Puede ser políticas como defensa, seguridad interior, fiscalidad o asuntos sociales.
El cuarto escenario - hacer menos de manera más eficaz - simplemente establece que la Unión Europea centre sus esfuerzos en determinados ámbitos de acción en los que se produce resultados más rápidos y reduzca sus intervenciones en otros sectores. ¡Personalmente, creo que es el peor escenario a tener en cuenta!
El quinto escenario - hacer mucho más juntos - ¡creo que por el contrario es el que se debe esperar para nuestro futuro! Propone que la Unión Europea decida hacer mucho más juntos en todas las áreas. En un contexto donde hay consenso sobre el hecho de que ni la UE de los 27 en su estado actual, ni los diferentes países están debidamente preparados para responder a los desafíos del mundo, los estados miembros deciden compartir más poder, recursos y decisiones en todos los sectores.
Los europeos son llamados a pronunciarse. En un momento de crisis como la que estamos viviendo, es necesario conservar el espíritu que representa la Unión para el continente europeo, de recordar los retos que nos esperan mañana y poner de relieve el papel y el lugar de Europa en el mundo del siglo XXI.
Algunos datos. La población de Europa en 2015 representaba el 6% de la población mundial, que será del 4% en 2060, mientras que correspondía al 25% de la población de nuestro planeta en 1900. La participación de Europa en el PIB mundial está disminuyendo; representaba el 26% en 2004 y el 22% en 2015 (como todos los países occidentales, por otra parte), mientras que China ha aumentado de un 5% (2004) al 15% (2015). En 2030, los europeos serán la población más envejecida del mundo, con una edad media de 45 años.
Sin embargo, la sociedad europea es la sociedad más igualitaria en el mundo, con los sistemas de seguridad social más avanzados mundialmente. Europa tiene el mayor mercado único del mundo y la segunda moneda más utilizada. Es la mayor potencia comercial y el mayor donante al desarrollo y la ayuda humanitaria. Europa ejerce una atracción sobre sus socios.
¡Los europeos deben enfrentarse a la evidencia de que no es posible hacer solos lo que se puede lograr juntos!
La Europa de mañana deberá ser la de la solidaridad, la cooperación, la Unión, no sólo económica, sino social y política. Deberá estar unida y hablar con una sola voz. Después de los dos conflictos que han sacudido a nuestros países y al mundo entero a principios del siglo pasado, es el proyecto de integración europea el que ha asegurado la paz en nuestro continente durante los últimos 70 años. ¡No hay que olvidarlo! Al contrario, ¡debemos recordarlo siempre!